¿Solamente sabes comunicarte a base de gritos? Esto es lo que debes aprender sobre la comunicación no violenta y cómo puedes aplicarla.
¿No te sabes comunicar con tus críos? Vidal Schmill te dice cómo poner en práctica la comunicación no violenta y lograr que te hagan caso. El experto en crianza te da las herramientas para que logres ser el padre del año.
12 pasos para lograr la comunicación no violenta con los críos
- Las palabras son ventanas (o son paredes). La importancia de cuidar el lenguaje que utilizamos cotidianamente. El poder de las palabras para construir o para destruir. Son el canal para desahogar lo que está atorado emocionalmente dentro de una persona. Cuando la infelicidad y el abandono existen en la vida de alguien, cuando un joven es desgraciado, se convierte en un peligro para los demás.
- La forma de expresarte y de escuchar a los demás. Abandonar reacciones habituales y automáticas. Responder conscientemente con base en lo que percibimos, sentimos y deseamos. La CNV es un camino para educar tu atención.
- Los cuatro componentes de la CNV: Observación – Sentimiento – Necesidades – Petición.
- Actos concretos que observamos que están afectando nuestro bienestar. Menciona lo que observas en la conducta de tus hijos sin juicios o evaluaciones. Sin exageraciones, sólo lo que es.
- Cómo nos sentimos en relación con lo que observamos. Comprueba cómo te sientes. ¿dolida, asustado, alegres, irritados? En mensajes “Yo”, no en mensajes “Tú”
- Las necesidades, los valores, los deseos, etcétera, que dan origen a nuestros sentimientos. Expresa de forma clara y sincera cómo te sientes teniendo presentes los tres primeros elementos.
- Las acciones concretas que pedimos para enriquecer nuestras vidas o resolver la situación que afecta nuestro bienestar. Haz una petición específica.
- Sus aplicaciones son a todo tipo de situaciones y relaciones: íntimas, familiares, laborales, terapéuticas, etcétera.
- Al corregir, distingue entre un comportamiento inaceptable y una personalidad inaceptable. Lo que rechazas debe ser la conducta, no a la persona.
- Escucha sin interrumpir cuando desees que tu hijo desahogue temores o ansiedades. No juzgues, no corrijas, no opines ni descalifiques lo que diga.
- Siempre hazle saber que lo escuchaste para que pueda cerrar el ciclo de comunicación y no se quede con su atención atorada en saber si lo entendiste o no.
- Dedícale la atención necesaria realmente. No estés haciendo otra cosa simultáneamente cuando te está diciendo algo que es importante para él o ella.