Si tu hijo tiene más de cinco años y se sigue haciendo pis en la cama, es probable que estemos ante un caso de enuresis, es decir, de la emisión involuntaria de orina de un niño que por su edad ya debería controlar la micción.
Si es su caso, no te preocupes. No es el único, ni mucho meos. Los datos más recientes estiman que el 16% y el 10% de los niños a los 6 y a los 5 años, respectivamente, sigue haciéndose pis en la cama. Es más, la tendencia actual de retirar el pañal diurno y nocturno a edades cada vez más tempranas podría propiciar un aumento de esos porcentajes.
Si tu hijo es uno de los que da veracidad a esa estadística, es importante que en casa no lo viváis como un problema. Lo que de verdad importa es encontrar una solución que pueda ayudar al peque a controlar el pipí. Aunque en muchas ocasiones el problema se resuelve por si solo y su prevalencia decrece con la edad, en algunos casos es necesario un tratamiento. El profesional más cualificado para hablar del tema es el pediatra del niño. Él dirá si es necesario un tratamiento, cuándo empezarlo y cómo hacerlo.
Causas
Los niños pueden mojar la cama por diversas causas. La alteración del ritmo circadiano de la hormona antidiurética es la más frecuente, además de la sobreproducción nocturna de orina, la vejiga reducida o la incapacidad para despertar.
Hay dos tipos de enuresis: la primaria, la que sufre el niño que siempre se ha hecho pis en la cama (supone el 90% de los casos y tiene siempre una causa médica de fondo, por lo que es fácil de diagnosticar y de tratar); y la secundaria, niños que se dejan de hacer pis y comienzan a orinarse de nuevo (supone el 10% de los casos y normalmente su origen es psicológico).
En el 90% de los casos existe un factor predisponente hereditario, lo que multiplica entre 5 y 7 veces más el riesgo de orinarse en el caso de niños con un progenitor enurético y aproximadamente 11 veces más si ambos lo fueron en su día. El 10% restante se debe a causas psicológicas.
Además, la enuresis puede ser síntoma de patologías más graves, de ahí la importancia de acudir al médico (pediatra o urólogo) para determinar la causa y el tratamiento.
Y, no perdáis de vista que la enuresis también tiene un grave impacto en la autoestima, el bienestar emocional, la actividad diurna del niño y su rendimiento escolar y social. Muchos no salen de casa, no acuden a campamentos de verano o colonias y no duermen fuera de casa por vergüenza, por eso es importante que, ante la mínima sospecha, se acuda al médico para que diagnostique y trate al niño si fuera necesario.
Cómo afrontar la enuresis
Según el doctor Juan Carlos Ruiz de la Roja, jefe de Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid, Director del Instituto Urológico Madrileño y autor del libro Por qué se orinan los niños en la cama, hay una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta cuando los niños sufren enuresis:
–Reducir la ingesta de líquido, sobre todo antes de acostarse.
–Evitar las bebidas con cola.
–Orinar siempre antes de acostarse
-Realizar entrenamiento vesical, procurando que el niño vacíe bien la vejiga en cada micción.
–No forzar el despertar del niño durante la noche para que orine, ni siquiera con dispositivos, ya que puede volver a orinarse de forma involuntaria y afecta a su descanso.
–Motivar al niño para que deje de orinarse con calendarios miccionales u otros soportes que le hagan partícipe del problema.
–No castigar nunca al niño por mojar la cama, lo hace de manera involuntaria. Y tampoco culpabilizarlo ni culpabilizarnos.
–Hablar con el niño de manera natural sobre su problema, sin restarle importancia ni burlarse.
–Retirar el pañal cuando consigamos 8 noches secas.
Prevención
Para prevenir este problema es fundamental usar un orinal o una taza de váter adaptada en la que el niño apoye bien tanto las nalgas como los pies. Además, debemos sugerir al niño que haga pis cuando nos parezca que tiene ganas, para que lo logre al primer intento.
Eso sí, no debemos mantenerle sentado en el orinal hasta que logre la micción ni insistir en que haga esfuerzo si fracasa el primer intento. Y sobre todo, no debemos dispersar los esfuerzos cambiando de técnica frecuentemente.
Para ayudarle a controlar el pis también debemos revisar el diario miccional y la cantidad de ingesta de líquido a última hora del día, evitar que tenga déficit de sueño y que esté cansado en exceso. Ahora bien, si el niño duerme el tiempo que necesita, tiene ya seis años, sigue haciéndose pis y no está bebiendo excesivamente, conviene consultarlo con el pediatra.
Un dato: la enuresis no es lo mismo que la nocturia (despertarse una o más veces durante la noche para hacer pis), que entra dentro de la normalidad.