¿Ya está listo para algo más que leche? ¡Descúbrelo!
La ablactación es la administración de alimentos diferentes a la leche, que se proporcionan al bebé cuando sus necesidades nutricionales son mayores a las que pueden cubrir la leche materna o la fórmula. La introducción de sólidos en la dieta del bebé debe llevarse a cabo de manera suave y paulatina, e iniciarse en el sexto mes de vida.
Las razones por las que debemos introducir alimentos diferentes en la dieta de un bebé son las siguientes:
- Necesidades nutrimentales: Tu bebé necesita grandes cantidades de energía y nutrientes para sustentar su acelerado desarrollo en esta etapa. Por lo que, a partir del sexto mes, es necesario complementar su alimentación para prevenir carencias, especialmente de algunos minerales como el hierro
- Desarrollo gastrointestinal: Durante los primeros meses de edad, el aparato gastrointestinal de tu hijo se encuentra inmaduro, por lo que su organismo sólo puede aprovechar lo nutrimentos que contiene la leche materna. A partir del cuarto mes de vida, empezará a producir sustancias (enzimas) que lo ayudarán a aprovechar los nutrimentos presentes en otros alimentos
- Desarrollo físico: El periodo de ablactación debe coincidir con la desaparición del reflejo de protrusión (empujar con la lengua lo que se acerca a los labios). Hay comportamientos que facilitarán su alimentación, por ejemplo cuando tu bebé pueda sostener su cabecita, coordinar el movimiento del labio inferior hacia adentro y sentarse solo (o con tu ayuda).
El cambio de alimentación requiere ayuda y mucha paciencia. Lo primero es tener control sobre las posibles intolerancias alimenticias, es decir, cuando algún alimento produce diarrea, aumento de temperatura, estreñimiento u otro tipo de enfermedades al bebé. El organismo del bebé debe irse acostumbrando progresivamente.
Alimentos que debes evitar
- Durante el primer año de vida evita los alimentos altamente alergénicos, cómo la clara de huevo, los chocolates, nueces, fresas, pistaches, pescados crudos y mariscos.
- La carne de cerdo, por el alto riesgo de contraer alguna poliparasitosis como: triquinosis, Teniasis (solitaria) y cisticercosis, y por la elevación del colesterol que también se manifiesta en los niños. La hipercolesterolemia y sus repercusiones no son exclusivas de los adultos.
- La yema de huevo cruda o tibia puede contener Salmonella, enfermedad causante de vómitos, diarreas, fiebre, malestar general, dolor abdominal, etc.
Papillas artíficiales
Los alimentos envasados cumplen una función importante en nuestra vida moderna. Las papillas envasadas te pueden servir cuando sales de viaje, de día de campo o vas de visita a otras casas, además es de gran ayuda para las personas que trabajan. Las hay envasadas al alto vacío, sin conservadores o aditivos.
Los alimentos envasados no sustituyen a los naturales, son una alternativa más en la alimentación del bebé, y debe ser el Pediatra quien oriente a los padres sobre el buen manejo dietético estos productos, recomendando sólo los de la más alta calidad. Es deber de los padres decidir cuáles productos.
Los primeros sólidos
La ablactación se inicia con alimentos semilíquidos, blandos y finalmente sólidos. En realidad no existe la necesidad de administrar alimentos sólidos antes de los cuatro meses, aunque no hay información confiable sobre la iniciacón del bebé en la ingesta de alimentos sólidos.
Los padres deben ser advertidos de que la iniciación de los alimentos sólidos debe basarse en necesidades nutricionales, más que en tendencias sociales o el “buen consejo” de familiares, amigos y vecinos.
La administración de jugos de frutas durante el primer año de vida tiene el inconveniente de que proporciona mucho líquido que fácilmente llega la límite de la capacidad gástrica, limitando con ello la ingesta de otros alimentos más importantes.
Cantidades
Cada bebé es diferente y su alimentación dependerá de su edad, peso, y talla, así como de la situación cultural y socioeconómica de los padres, por lo que las cantidades adecuadas son determinadas por los mismos bebés.
Alimentación diaria
- Seis a ocho comidas al día durante las primeras tres semanas
- Cinco a seis comidas al día de uno a tres meses
- Cuatro a cinco comidas al día de tres a siete meses
- Tres a cuatro comidas al día de siete a nueve meses